Escucha musica mientras lees ! :)


martes, 28 de julio de 2009

-"El Encuentro despues del paseo,Y la No Despedida antes del amanecer"-



Cansado, llegue ahí donde no eres consiente, esta oscuro, pero lo ves todo; ya sea borroso o diáfano, inasible pero increíblemente sensible, parece tan real, pero para cuando abra los ojos sabré que nada es cierto.

Pero en este momento te lo digo, “quédate”, que es la ultima noche que podre verte, o así lo supongo, se que has venido a visitarme después de leer mis sueños hechos palabras, los que plasme en la pantalla la semana pasada. Se que supiste que te busque entre calles de noche, entre subidas y bajadas y jamás pude encontrarte; ahora lo sabes, y has venido a visitarme, estamos entre gente extraña, entre amigos; cuartos oscuros a lo lejos, tarimas( pareciera que hubo un concierto) pasillos y un jardín, te miro desde el lado izquierdo, cerca de la entrada de la casa, tu estabas en el extremo derecho, bebiendo, como siempre, con tu vaso en la mano, me miras de soslayo, yo con atisbo me sorprendo de verte, ahí entre la gente, intercambiamos miradas, fugases, y tu estas ahí entre las personas, entre el ruido, luces engañosas y tenues, algo de humo de cigarro; noto que traes tu chamarra roja, esa que tanto me gusta, y esos lentes, tus lentes que me matan.
Pero espero, me detengo… ¿Por qué te lo cuento, si ya lo sabes? Se que esta ves si viniste a mi, que mi carta desesperada te llamo, y encontraste la puerta en mi mundo inconsciente, se que no tiene caso decirlo o escribirlo, pero quizá quiero contarlo, de hecho por eso lo hago, por eso lo escribo, para contarlo, redactarlo para poder recordarlo, porque no quiero olvidarlo, esta madrugada en la que nos encontramos, por primera ves sinceramente, sin trucos, ni engaños, espero y no sea un engaño de mi mente pero quiero creer que no lo es, no seria la primera pero tampoco la ultima.

Así que vuelvo a tu mirada,timida,seria, distante y en algún momento coqueta, en aquella extraña casa; vagamente logro recordar que sucedió después, recuerdo lluvia, un apagón, ventarrones, gente abigarrada, corriendo, saliendo, buscando, yo te buscaba a ti entre el tumulto, ¿te tome de la mano? O del hombro? No recuerdo, para entonces todos aparecimos en lo que parecía ser mi casa, pero una versión mas grande, les di hospedaje a mis amigos y demás personas raras en una sala enorme, llena de sillones beige y cafés claros, todos estábamos a oscuras, entre sabanas y cobijas en un parpadeo, estábamos los dos, juntitos, debajo de las sabanas, entre muchas acolchadas almohadas, en el silencio afable de la madrugada, inefable expresar que sentí estar contigo por primera ves, tan cerca, oyendo tu respiración, mis manos casi incontrolables deseaban acariciarte tímidamente, efímeramente, y tu con esa sonrisa a medias, a medias como tus sentimientos y palabras que siempre me has regalado cuando estamos despiertos “siempre a medias”. Pero eso ya no importaba cuando me dijiste: “mañana parto o quizá no me veras siquiera al amanecer”.

Se que nunca te llegue a conocer, pero es ahora o nunca, sin pensarlo te beso, me besas, lento, lento, que labios! Es como besar nubes, se intensifican, y nuestras lenguas se saludan, se abrazan y juegan en un baile surreal; al amanecer ya no estarás… No quiero que termine, no quiero, quédate te dije, quédate! Pero ya no escuchabas y ya entrada la noche tocaron a la puerta, mis padres llegaban, (lastima no era mi casa de soltero ha ha) nos corrían a todos en plena lluvia, eran como 4 de la mañana, roge que te quedaras mientras tu rictus mis movimientos y mis músculos apendejaba. Bajabas las escaleras de la casa, entre la llovizna y niebla, ahí estabas tu con tu chamarra roja que tanto me gusta, en lo que todos se iban y tu te despedías en voz baja, furtivamente, yo trataba que te despidieras de buena manera, porque se que hiciera lo que hiciera, no lograría convencerte de quedarte; pero yo ya estaba inmóvil, ensimismado, aferrado al momento con el que probé tus labios debajo de las sabanas, ahí me quede en esos instantes, con la mirada y pensamiento suspendidos en el tiempo, los que uno desea q fueran perenes o por lo menos mas duraderos. Al reaccionar haber si seguías ahí, ya no estabas entre la lluvia te borraste.

Si tan solo esta pluma pudiera decir mas o pudiera plasmar mi ansiedad, esa extrema ansiedad de querer tenerte, no es capricho, es simple deseo adolescente, y de poder probarte, de que siempre fuera de noche acá donde estamos inconscientes, pero ya no pido mas, no me quejo, solo lo cuento y te agradezco tu visita, el haberte encontrado entre la multitud, o mas bien que te dejaras encontrar; de tu estadía y despedida, los besos y miradas que solo pueden crearse cuando cruzas la línea del cansancio y de los ojos cerrados, te encontré te encontré!
Y ahora me despido que ya no aguanto las manos, la tele, los ojos y el murmuro del estío a traves de las ventanas. Pero una cosa si te digo, aquí tienes la puerta abierta, cuando quieras visitarme en mi mundo subconsciente, ahí no le rendimos cuentas a nadie, incontrolable, en el que lo absurdo afuera es, adentro es nuestro descanso y sosiego inestable…
Se lo cuento a quien esta despierto, conciente y hostil, porque quien estuvo ahí sabra lo que paso, los detalles los conoce tu lado manso y misterioso…
Quiza nos volvamos a encontrar de nuevo.
“Goodnight,Have a safe trip on your way back home”

sábado, 11 de julio de 2009

-"Ni en mis sueños puedo encontrarte"-


¡Otra vez te metiste en mis sueños! ¿O yo te atraje a ellos?
Porque los dos últimos meses he tratado de huir de todo lo que conlleva tu nombre, pero al parecer ha sido inútil, o tal vez no le he puesto demasiado empeño a eso de anular mis estùpidos sentimientos hacia ti.

La verdad es que no quiero, y prueba de ello, es que anduve buscándote anoche entre sueños. Recuerdo que iba con mi papá y mis hermanos de viaje, a no sé donde, creo que de regreso, porque no recuerdo dónde estuve, pero ahí estaba en la carretera, rodeado de montañas y verdes praderas; de pronto una sensación, una corazonada, me decía que estaba cerca de ti y que tenía que aprovechar mi cercanía, que ésta era mi oportunidad para verte de frente.
Así que le dije a mi papá que diera la vuelta, que siguiera las curvas, subidas y cruzara los cerros, que aún era temprano, y no había prisa de llegar ese mismo día, lo convencí, le dije: necesito ver a alguien, en verdad lo necesito (o necesitaba) y esa era mi oportunidad. No iba a dejarla pasar como sin nada, así que dijo: está bien visitaremos la ciudad mientras tú lo buscas, pero tú nos vas a guiar y si no lo encuentras ese es tu problema.
Mis hermanos no muy de buenas pero aún así aceptaron, mientras bebían refresco y chucherías, qué extraño era verlos en su forma infante, alegres con ese aire desafiante, risueños y siempre mirando adelante; no sé dónde estaba mi mamá, supongo que nos esperaba en casa, no lo pensé, lo que quería era verte y, desviaría mi camino fuera el que fuera solo para llegar y encontrarte.
Así que ahí íbamos entrando al pueblo, no estaba seguro cómo encontrarte, no tenía idea en dónde estabas y si te alegraría verme o fingirías el no conocerme. Recuerdo que nos estacionamos por unas calles cerradas, rodeadas de alambrado, todo era de bajada, decidí bajarme del carro y observar el lugar, sé que he estado aquí antes, daba vueltas, 360 grados, tratando de seguir mi intuición, buscando desesperadamente materializar ésta ilusión, y es que no tenia idea cómo encontrarte (eso siempre ha sido frustrante), caminé por las calles cuesta abajo, mientras le dije a mi papá que esperara en el carro.

La gente me miraba extraño, sus miradas apuntaban a mí, como si yo fuera el tiro al blanco y ellos los dardos; pero ¿Dónde estabas? Ojalá pudiera escuchar tu voz en la lejanía, Ojalá pudiera reconocer tu olor, o saber dónde está el alcohol en el que vas a nadar esta noche; pero no lo supe, un extraño dolor de cabeza y mareo hicieron presencia, era la señal, el reloj de arena matutino se acababa, ya no pude dilucidar nada.

De pronto se abrieron mis ojos y aquí estaba en mi cama, fue cuando dije: ¡Otra vez te metiste en mis sueños! ¿O yo te atraje a ellos? Y una vez más me sentí tan cerca de llegar a ti, pero en realidad seguía igual de lejos o quizá más, y ahora digo ¿Por qué me pasa? ¿Por qué sigo queriendo? “No puedo querer, porque desear es querer y querer es pedir, pedir es merecer y uno no merece”; porque ni siquiera en sueños te encuentro y mientras escribo esto solo pienso en las luces que miré a lo lejos , faroles que miraba en el pueblo, quietos, serenos y dispersos, entre esas calles frías de bajada, las que en su soledad querían verme caminar contigo, los dos despacito; ellas también desearon que yo te encontrara, querían guiarme hacia ti, pero no lo lograron.

Todo fue muy rápido para poder conectar mi camino con el tuyo, para poder ensamblar las calles y puentes, para iluminar el camino correcto de nuestro encuentro, pero no sucedió. Las calles de noche no pudieron guiarme, creo que mientras yo estaba perdido ahí tratando de buscarte, tú estabas allá en tu mundo, bailando entre luces y humo, desinhibido y perdido, por eso por mas que pudiese buscarte o gritarte, posiblemente seria imposible encontrarte, como ahora que trato de llamarte mentalmente haber si en una de esas quizá quieras marcarme, pero no sucede, y así me quedo. Ya es de noche y aún no pierdo la esperanza ilusa de que en otro sueño pueda mirarte, porque es lo único con lo que este niño tonto puede quedarse.

jueves, 9 de julio de 2009

"Ahí,donde se flotar..."


Aquí siempre floto, nunca lo aprendí, solito se me dio y, cuando quiero sumergirme lo hago, ya no me ahogo. Varias veces perdí el conocimiento y después de un largo hundimiento nunca más perdí el aliento; sí soy honesto, la verdad, no sé si estoy despierto o sigo abajo en un letargo fuera de tiempo.
A veces veo señales que flotan conmigo, las sigo y termino más perdido que cuando nadaba solo por instinto. No hay un horizonte disyuntivo, es un espacio abierto sin lindero, resollando impasible espero a que salga el sol, a que sople el viento. Antes todo era placer, derroche de tiempo, ahora es suplicio y estúpidamente me lamento porque nunca hice caso de no irme tan lejos más allá de las olas, porque aquí ya no me localizan radares, porque aquí no vuelan aviones, solo flotan cadáveres, quienes saben de qué hablo, porque nos dejamos llevar por nuestros deseos raudos, siempre destartalados, nuestros deseos de lograr algo que siempre incompleto termino quedando.

Me negué a subir al barco con los que beben té y poco les sabe amargo; pero yo sé flotar y sé hundirme, ellos poco es el riesgo que han tomado. Sin embargo, veme aquí, flotando pero boca abajo, esperando que salga el sol y, llevo años así, esperando. Solo veo un fondo oscuro y raído, ellos pasan encima de mi, en su lujoso y sereno barco, fumando, bailando y bebiendo, hasta que sienten que flotan pero no saben en verdad qué es eso, porque ellos no están aquí abajo, con este halo de resentimiento, pero con orgullo soporífero que es mi ancla atada al cuerpo.
Ahora soy una paradoja al ver pasar el tiempo, que nadando y flotando quise huir de indolentes personajes hundidos en su propio deseo ¿Quién esta mejor? ¿Quién ve la luz del sol en realidad? ¿El que flota o el que navega para no volver más? Son tan claras las respuestas, pero mientras más las busco, más confusas se encuentran.

Por encima de mí siguen pasando los que llevan traje, los que siempre he ignorado. Al final del día, mes o estación del año; lo digo porque ya no mido ni cuento, los números nunca se me han dado, pero al final todos somos los mismos, los que flotamos y los que van navegando, porque hay algo arriba o abajo que nos espera para juzgarnos, hacernos saber y entender que nosotros mismos somos los que nos hemos abandonado…


Dedicado a los q se han perdido en su propia busqueda personal y en los q no creemos en el futuro"